MONSTRUOS

lunes, 16 de mayo de 2016

Hola de nuevo revolucionarios.
Cómo ya os dije ayer mismo en los horarios los lunes voy a subir escritos míos.
El que os traigo hoy, es uno que escribí hace unos años y como comprenderéis tiene algunos fallos, pero no quería cambiarlo demasiado para no perder la esencia.


MONSTRUOS


Me despierto sobresaltado, me siento a los pies de mi cama, sudoroso por recuerdos que acechan a mi mente, recreandose en molestas pesadillas de las que no puedo defenderme. El monstruo vuelve.
Mi habitación parece hacerse más pequeña y a la vez pequeños ruidos de dejan oír en el silencio de la noche. No puede ser, de nuevo me encuentro ante este enfrentamiento, el enfrentamiento con el que me encontré hace años, el que creía haber ganado y que ahora vuelve a por mi. El monstruo al que me enfrentó parece más fuerte que el que hace unos años se llevó a mis padres, se llevó a todo lo que yo quería, pero no me llevo a mi. Parece tener una deuda pendiente. 
Estos días notaba su llegada, él se apoderaba de mis pensamientos, en cada minuto de mis días.  Me proporcionaba tristeza y remordimiento, que yo vagamente intentaba rechazar. Quizás quería que llegase, quizás estuviera invitando al monstruo. 
Mi corazón se tranquiliza mientras yo me incorporo lentamente, quedando de pié, solo, la pesadez que tiene mi cuerpo lo hace todo más difícil. Soy consciente de donde estoy y de lo que hago, pero parezco no estarlo. Mantengo mis ojos cerrados, incapaz de abrirlos ante este miedo que tengo al enfrentarme a lo que tengo delante. Sé que esta a ahí mirándome, riéndose sobre lo patético que soy al querer enfrentarme a él. Un escalofrió recorre mis brazos desnudos, invitando sin saberlo a las pequeñas lágrimas que rebosan en mis ojos.
Quiere llevarme con  él, quiero que todo esto se acabe pero soy tan cobarde que no atrevo a abrir mis ojos. Tengo que hacerlo, por mis padres, por él , por mí. Tengo que enfrentarme a él. Tiene la culpa de todo. Obtengo la valentía que antes no fui incapaz de conseguir, abriendo así mis ojos empañados.
Ante mí no encuentro más que una habitación vacía, delante y atrás de mí. Entonces rompo a llorar incluso más fuerte que antes.
Mis sollozos no me dejan pensar así que me obligo a tranquilizarme.
¿No era lo que quería? ¿No quería llevarme con él? ¿Por qué no está aquí conmigo? ¿Porque? No voy a encontrar respuestas, no puedo volverme loca intentando responderlas, ya que solo él las tiene. Algunas ideas y cuestiones me vienen a la cabeza. No puede ser, no puede ser así. Entonces entiendo algo.
¿No era lo que yo quería? ¿No era yo la que quería ir con él? ¿Porqué no está aquí conmigo?
No quiero pensar que sea cierto, no quiero pensar que he llegado hasta aquí. Pero creo que tengo respuesta a esta última pregunta. No está aquí conmigo porque nunca lo ha estado y nunca lo estará. Estos días atrás solo he estado haciéndome daño a mí mismo. Debería haber abierto antes los ojos, como los he echo está noche, dejar entrar la realidad que nunca había podido ver , nunca he podido verla porque yo estaba así, pensando que él estaba aquí, yo mismo le he creado y ahora nunca lo voy a poder dejar ir. Pero pienso: ¿de verdad debería haber abierto antes mis ojos? No encuentro la razón de querer  estar viendo esta realidad, por ella le he creado a él, le he creado solo por miedo a mi misma y a mis recuerdos. No puedo dejarle ir. Él no es más que alguien a quién poder culpar de mis errores del pasado. No puedo  dejar que se vaya. No puedo asumir esto yo sola.
Me quedo unos segundos más en pié,sin pensar en nada, en silencio.
Vuelvo a mi cama con una nueva imagen en mi cabeza. Me tapo hasta dejar de notar los escalofríos.
No tengo miedo, sólo es el monstruo.
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